
En mi primera entrada en este blog (más vale tarde que nunca) me gustaría analizar la situación de la enseñanza pública en la Comunidad de Madrid.
Desde hace varios años, estamos viendo cómo se desmantela en Europa el Estado del bienestar; esto se hace notar en los recortes que están sufriendo numerosos servicios públicos aunque en este caso yo me voy a centrar en la educación.
El gobierno central ha recortado un 8 % el presupuesto en educación para este curso.
La oferta de empleo público en educación se redujo un 10 % el año pasado.
En la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM), en los últimos tres años, se ha reducido el presupuesto un 45 %, mientras que el presupuesto para la educación privada ha aumentado un 11 %.
Estos recortes se han efectuado en todos los niveles de educación (Educación infantil, primaria, secundaria, estudios universitarios, formación profesional y actividades extraescolares)
También se han recortado los mecanismos de control social independientes, por lo que apenas hay datos de control de escolaridad, plazas necesarias, oferta y demanda de éstas plazas, etc... quedando sólo os datos ofrecidos por la conserjería de educación.
El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha estimado en 11.000 plazas las que no se han podido ofertar debido a estos recortes.
Éstos recortes no han comenzado este presente curso escolar, ya que esos recortes hicieron que el año pasado hubiera 2.000 profesores menos para 16.000 alumnos más.
Éste año se han reducido 3.000 plazas y ante la falta de profesores la conserjería de educación de la CAM se sacó de la manga las famosas ``dos horas más´´ de trabajo de los profesores.
A raíz de esto surgen las asambleas de directores ya que esta ley contraviene la legislación estatal.
Hay profesores que se han visto obligados a impartir materias que desconocen, por lo que podéis imaginar el perjuicio para los alumnos y la frustración para los profesores.
La consejera de educación, Lucía Figar, dice que se van a ahorrar 80 millones de euros con esta medida, lo que nadie parece querer contar es que se van a destinar 90 millones de euros en exenciones fiscales a la educación privada.
Debido a la crisis, la patronal de los profesores de la enseñanza privada estaba viendo cómo se estaba produciendo un trasvase de alumnos de sus centros a la enseñanza concertada y sobre todo a la pública (de ahí que el año pasado el número de alumnos matriculados en colegios públicos fuera de 16.000 alumnos)
Es por ésto que la CAM realizó una serie de medidas para favorecer a los colegios privados como esas exenciones fiscales a las que acabo de hacer alusión o ceder 79 parcelas públicas a esos colegios.
Pero estas medidas, se combinan con la reducción de ayudas a lo público, como la reducción o supresión de becas de comedor o de libros.
Un apunte un tanto cómico es que en la actualidad las familias numerosas (familias que en su mayoría tienen rentas altas) tienen becas de libros automáticamente sin tener en cuenta sus ingresos.
A continuación voy a contar los casos concretos de la educación infantil (la primera que sufrió estos recortes), de educación secundaria y de la universidad.
La educación infantil es la clave de la igualdad en la escolarización, ya que los niños entran en igualdad de condiciones y conocimientos. Pero con las medidas llevadas a cabo están haciendo que la clase trabajadora no pueda acceder a ella, ya que la conserjería está subastando las escuelas infantiles a empresas privadas que están aumentando los precios de las matrículas y aumentando los requisitos para acceder a ella, otra medida llevada a cabo es elegir a dedo a las directoras de los centros y dar de lado a la red de cooperativas que solían llevar la dirección de estos centros.
Estos centros al ser dirigidos por empresas buscan más la rentabilidad que prestar un servicio a la sociedad, por lo que se han bajado salarios, se han empeorado las condiciones de trabajo a las profesoras, se han masificado las aulas, por citar algunos ejemplos.
Este modelo se ha trasladado a la educación primaria y secundaria, acrecentando las desigualdades sociales y educativas al suprimir grupos de diversificación, desdobles, etc.
La situación de secundaria es compleja ya que se conjuga un personal interino (el que más ha sufrido los recortes) muy sensible y concienciado, con unos profesores reaccionarios y conservadores afínes a la consejera de educación. La movilización de estos dos sectores y los sindicatos de educación no se podrían haber sacado adelante las huelgas y las movilizaciones.
En la universidad, en los dos últimos cursos, se ha reducido un 76 % la inversión en la universidad pública.
En nuestro caso concreto, la Universidad Complutense de Madrid (UCM) tiene unos problemas enormes de endeudamiento ya que debido a esa falta de inversión pública ha tenido que pedir préstamos a entidades privadas y si no puede refinanciar su deuda no se sabe cómo va a salir de esa situación.
En general en la educación de está dando una tendencia a la desregularización y a la privatización de todos los ámbitos y sectores de la educación, algunas al margen de la ley, como el aumento de horas a los profesores, trasvase de fondos públicos a colegios privados, sin que el ministerio de educación diga nada.
El gobierno de la CAM y la conserjería de educación está volcada en satisfacer a sus socios capitalistas e ideológicos en los intereses que éstos tienen en los centros de educación privada para enriquecerse a costa de un servicio que debería ser público y de calidad.
En mi opinión este conflicto no es un conflicto educativo, es un conflicto social.
Todo se resume en una lucha de clases, la lucha que mantiene la clase dominante para mantener sus privilegios económicos a costa de hundir en la miseria social a la clase trabajadora, que cada vez está más desprotegida frente a los abusos del gran capital.
Es por ello que debemos salir a luchar por nuestros derechos a la calle en la huelga educativa del 17 de Noviembre, porque la educación pública no se vende, se defiende.
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